Devastado por una terrible pérdida, Chase está tratando de equilibrar la vida que le ha sido dejada con una familia a la que todavía está llegando a conocer y un poder que jamás imaginó que tendría. No entiende por qué la Diosa lo han nombrado El Protector y le ha concedido dos regalos: la Marca, un tatuaje que ahora cubre su espalda, y el anillo. Pero entre ser interrogado por el Círculo y los ataques físicos de Riley, la Marca es la menor de sus preocupaciones. Hay un demonio dentro de Rayna que está luchando por ser liberado, y no es su bruja interna. Es algo más... un monstruo amenazando con hacerla trizas.
Mientras Chase lucha por controlar su magia, sus enemigos están rodeándolo. Todo el mundo ha reclamado su derecho sobre el anillo, y destruirlo puede ser su única oportunidad de detener a Riley. Pero Chase debe decidir si detenerlo vale la pena el poner en peligro la vida de todos los que le importan, o si proteger el anillo será suficiente para salvar su mundo.
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